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Universidad New Mexico

 

 

 

Es increíble lo limitados, por donde quiera que se mire, que viven las personas que no han tenido la oportunidad de conocer otra sociedad, de la infinita variedad de culturas e ideologías que existen, que hacen tan emocionante e interesante la existencia humana, lo peor de todo es precisamente esa ignorancia de millones de colombianos.

 

En mi viaje a Estados Unidos, que duró un poco más de siete meses, viajé por más de quince ciudades pequeñas y grandes, las recorrí desde en bicicleta hasta en avión, viví en humildes hostales y hasta en hoteles de lujo, me perdí infinitas veces, estuve en el preciso lugar donde mi ídolo cambió el mundo, conocí muchísimas personas locales y provenientes de todas los rincones del planeta, incluso hice amistades con propios colombianos, tuve la dicha de trabajar para sostener mis gastos personales durante un tiempo, ahora sé lo que es cocinar y lavar mi ropa, pude degustar muchas clases de comidas y bebidas, pude perfeccionar mi inglés e incluso aprender un poco de otros idiomas, tuve momentos para re-encontrarme conmigo mismo y para socializar en diferentes y variados entornos, tuve la oportunidad de estudiar negocios mediante una metodología y enfoque completamente diferente siendo éste más práctico y empresarial, y lo más importante, por fin encontré el rumbo profesional, pero sobre todo el personal al que quiero que dirija mi vida, lo que difícilmente hubiera logrado aquí.

La vida es muy corta como para entregarla a uno o pocos objetivos. No se trataba de huir de mi país, sino de abrir mis puertas para vivir una muy estimulante experiencia. 

 

Eduardo Naranjo Ortiz

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Juan Camilo Granados Palomino

 

 

 

Siempre me ha interesado aprender idiomas, y a pesar de haber tomado varios cursos de inglés tanto dentro como fuera de la universidad, estaba convencido de que la única manera de evaluar mi conocimiento en dicho idioma era sumergirme dentro de una cultura que hablara dicha lengua. Por eso apenas me enteré de la posibilidad de realizar un intercambio a Estados Unidos empecé a reunir todos los requisitos necesarios para comenzar esta experiencia.


Mi viaje comenzó en agosto de 2016 y después de tomar 2 aviones y casi 7 horas de vuelo llegué a Albuquerque, una ciudad grande en extensión, pero
con poca población comparada a Bogotá. Al llegar a la universidad el ambiente fue muy hospitalario, con gente amable de diferentes culturas no solo a lo largo del país sino también de afuera de éste.

 

El poder vivir en las residencias universitarias fue una experiencia única pues se aprende a convivir con otros en diferentes aspectos y además se crean lazos de amistad más profundos.


En cuanto al aspecto académico, UNM no tiene un nivel tan alto como la UN, pero igualmente es uno quien, viniendo de nuestra prestigiosa Alma Mater,
pone el estándar más alto y puede representar con orgullo en el exterior a la mejor universidad del país.


Hay que aprovechar cada instante cuando se está en otro país, por lo cual cada vez que pude viajar lo hice, fuera solo o con amigos, a visitar pequeños
pueblos en el mismo estado de New Mexico o a las grandes montañas de Colorado, al desierto del gran cañón en Arizona o la inmensa ciudad de Dallas, cada kilómetro lo disfruté al máximo.

 

Dicen que las cosas materiales se dañan o se acaban, pero las memorias quedan para siempre, y es verdad, esta experiencia quedará en mí para siempre.


A todos aquellos que lean esto y se sientan interesados en realizar un intercambio, los animo a que lo hagan, pues es una manera de abrir su mente, conocer nuevos lugares y personas que van a marcar su vida para siempre; y vean que un intercambio académico más que un gasto, es una inversión.

 

 

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