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Universidad de Rouen

Realmente estoy muy agradecido con la Universidad Nacional y la Universidad de Rouen por haberme dado la oportunidad de hacer este intercambio. Una de las cosas más valiosas de todas, fue hacer amigos franceses y darme cuenta, entre otras cosas, de que no hay grandes diferencias culturales entre nosotros, las hay pero no son grandes, me ayudaron mucho en el proceso de adaptación y me siento muy conectado con Francia solo porque ellos me mostraron las pequeñas cosas que hacen a los franceses ... franceses: como el beso en la mejilla entre hombres, resulta que solo se hace cuando son buenos amigos, o familia cercana, al principio me sentí rarísimo jajaja, para nosotros es un poco difícil de comprender.  Merci à tous mes potes.

 

 

 

Eliecer Palacios

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Daniela Muñoz Alarcón

Estudiante Master 1 Comptabilité, Contrôle et Audit.
Francia es todo un mundo.


« Voyager, c’est découvrir des hommes, c’est les regarder vivre, communiquer avec eux et apprendre à les apprécier » Alice Parizeau.


Durante los primeros días en Francia tuve la oportunidad de conocer Paris, es imposible caminar sin parar de sonreír. ¡Todo es encantador! Al llegar a Rouen me encontré con una ciudad más bien pequeña, acogedora y tranquila. La capital de la Normandía es un lugar cargado de un gran bagaje histórico y cultural, con varios monumentos y sitios de interés entorno a Juana de Arco. Las casas à colombage y las iglesias de estilo gótico hacen que te sientas realmente en el viejo continente.


Empezar siempre es difícil, pero salir de la zona de confort te da la sensación de estar más vivo. Desde el ámbito académico puedo decir que las clases comenzaron con un ritmo exigente desde el primer día. A pesar de que entendía los temas y a los profesores, el hecho de prestar atención y tomar apuntes al mismo tiempo fue una tarea difícil. Por el contrario, entender algunas de las expresiones de mis compañeros me costó más trabajo.


La necesidad de comunicarte con los demás, hace que aprendas a acostumbrar el oído, a que pongas tu cerebro en modo francés todo el tiempo, pero sobretodo te enseña a tener paciencia. Sin embargo, todos en la universidad fueron muy amables conmigo. Los profesores se ofrecían a ayudarme cuando no entendía y mis compañeros me prestaban sus notas y trataban de explicarme cómo funcionaba todo.
El campus de la Universidad de Rouen es maravilloso, pero me quedo con el de la UN.


Por su parte la facultad en la que estudio tiene una biblioteca enorme y silenciosa. Aunque con enfoques distintos puedo dar certeza que ambas universidades se destacan en calidad académica. No obstante, las falencias de nuestra alma mater en lo que  concierne a una segunda lengua son evidentes.
El primer mes es el tiempo para descubrir, entonces aprendes cómo moverte, dónde
comprar, aprendes cómo es vivir en Francia. También es la época de los papeleos, algo tedioso, como en todo lado. En ese momento todo era nuevo para mí, desde hacer las compras en el supermercado, hasta los controladores en los buses.
Desde el primer día tuve la fortuna de encontrarme en el camino personas increíbles que hoy son mis amigos. Francia es un país con una diversidad cultural enorme. Conocer personas de diferentes países, con distintas costumbres ha sido uno de los aspectos más enriquecedores. Compartir con estudiantes extranjeros te abre al mundo, te enseña a reconocer al otro y a forjar identidad propia.


He tenido el gusto de viajar con algunos de ellos a otras ciudades francesas y hemos visitado diferentes países como Italia, Bélgica, Holanda, Suiza y Alemania. Ver la realidad desde el otro lado del mundo te invita a cuestionar lo que dabas por hecho.


Mi intercambio en Francia ha sido toda una aventura. Sin duda alguna es una de las experiencias que más me han hecho reflexionar y sobretodo crecer como ser humano.


Arriesgarse a descubrir el mundo es algo que te cambia la vida, te deja gratos recuerdos y miles de historias por contar.

 

 

 

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